Los horarios de oración son:
San Benito concibe el monasterio como una escuela; “escuela del servicio divino”, es decir, un lugar donde aprendemos a conocer y a amar a Dios y a nuestros hermanos según Cristo, por la práctica diaria de ciertos medios y la vida fraterna en comunidad.
Tres grupos de actividades estructuran el día del monje trapense: la Lectura divina (oración), la Liturgia y el trabajo.
Todo esto vivido en y con una comunidad de hermanos, en un clima de oración y cierta dinámica comunitaria; de aquí la necesidad de la soledad, el silencio y cierto diálogo.
Jornada monástica
Vigilias: Oración nocturna en la espera de la segunda venida del Señor, por medio del canto de los salmos y de la escucha atenta y orante de la palabra de Dios y de los Padres de la Iglesia.
Lectio Divina
Laudes: Santifica la mañana y recuerda la Resurrección del Señor, luz que ilumina a todos los hombres.
Eucaristía: Manantial y Cumbre de toda vida cristiana y de la comunión de los hermanos en Cristo.
Capítulo: Lectura de la Regla de San Benito seguida a veces por algún comentario o noticias.
Tercia: recuerda la venida del espíritu Santo.
Trabajo Manual: Entendido como obra creadora de Dios, para el sustento propio y ayuda a los más necesitados.
Sexta: recuerda la crucifixión del Señor.
Almuerzo
Nona: Recuerda la muerte del Señor, fuente de perdón y vida nueva.
Trabajo Manual (o estudio para las jóvenes en formación)
Vísperas: Recordamos la auténtica Luz del mundo que es Cristo resucitado y damos gracias por los dones recibidos.
Completas: Es la oración que nos pone en los brazos de Dios antes del descanso nocturno. Se pide perdón por las faltas cometidas y se termina con el canto a la Virgen:
«Salve Regina…»